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Hidrocarburos pide que Nación reinstale un precio máximo para las garrafas

La comisión de Hidrocarburos, Energía y Comunicaciones aprobó por unanimidad un despacho que se expresa en contra de la eliminación por parte de Nación de un precio máximo para la comercialización de gas envasado en garrafa. 

Al defender la iniciativa, el legislador Darío Martínez (UxP) recordó que hasta el año pasado el Ejecutivo nacional no sólo aplicaba un subsidio sobre el valor de la garrafa, sino que también fijaba un precio de referencia para que no quede al arbitrio del libre mercado el costo que una familia sin acceso a la red debe abonar para poder calefaccionarse o poder cocinar.

En ese sentido, el diputado calculó que el incremento promedio por la liberación del precio del producto y que ese porcentaje puede llegar a ser aún mayor en distintas zonas del interior de la provincia. 

Desde el bloque Avanzar, el legislador Francisco Lepore recordó que la provincia absorbió el costo de la quita de subsidios que desde principio de año efectuó el gobierno nacional y que también hizo lo propio con respecto al diferencial que genera la liberación del precio del insumo envasado. A ello agregó la inclusión de partidas para garantizar su distribución y logística. 

Cabe señalar que el Ministerio de Trabajo informó a la comisión que el Ejecutivo provincial tiene previsto destinar este año 3.226 millones de pesos para cubrir la compra y distribución de garrafas sociales, producto que registró un aumento del orden del 100% tras la liberación de los topes que regían sobre su valor. 

En otro orden, el cuerpo votó a favor una iniciativa de comunicación para que el gobierno nacional no discontinúe los aportes previstos para el mantenimiento operativo de la Planta Industrial de Agua Pesada. 

Al hablar sobre el pedido, Carlos Coggiola (Neuquén Federal) sostuvo que para vehiculizar cualquier proyecto productivo que involucre a la planta, primero sus instalaciones deben encontrarse en condiciones. Así lo expresó al indicar que se pueden plantear distintos escenarios sobre el futuro de la PIAP, desde su reconversión en una planta de amoníaco o urea hasta la continuidad de su operación actual, pero aclaró que para implementar alguna de estas opciones primero se tiene que garantizar su mantenimiento. 

Por su parte, exigió mayores precisiones sobre la viabilidad de las distintas propuestas que la CONEA proyecta para la planta y advirtió que en ninguno de los casos expuestos a la fecha vislumbra un escenario serio o planificado.